U gebruikt een verouderde browser. Wij raden u aan een upgrade van uw browser uit te voeren naar de meest recente versie.

Relatos de los voluntarios

 

Afia Frimpong

Yo nací en Ghana, pero crecí en Holanda. Junta con la presidente de la fundación estudié Derecho en la escuela de La Haya de formación profesional de nivel superior (HBO), Haagse Hogeschool. Me gradué en Derecho Europeo e Internacional. Me interesan mucho y además me siento comprometida con los derechos humanos. He podido ampliar mis habilidades jurídicas, que he adquirido durante mi formación, con mi experiencia laboral en el Servicio de Inmigración y Naturalización.

Para mantener mi conocimiento y habilidades en este campo, me he unido como asistente legal a la fundación Stichting Zonder Pardon Op Straat (ZPOS). Para mí es un enorme enriquecimiento el estar comprometida como voluntaria con ZPOS. Esto no es solo debido a la diversidad en los casos jurídicos en la fundación, sino también debido a la oportunidad que se me ha dado de asistir en los talleres sobre establecer límites y empatía, además de asistir a las clases magistrales sobre la trata de personas que fueron ofrecidos por ZPOS y/o en conjunto con otras organizaciones.

Estoy convencida de que ZPOS sin duda tiene un buen futuro por delante, tanto la fundación en su totalidad hacia terceros como los voluntarios comprometidos.

 

Elizabet González

Muchas veces me preguntan por qué soy voluntaria para la organización de derechos humanos ZPOS (Zonder Pardon Op Straat). Para mí es un privilegio formar parte de esta organización de derechos humanos. Todo ser humano tiene el derecho a ser escuchado y ayudado. Este público femenino me agrada mucho, ya que como mujer me puedo poner mejor en su situación. Soy una mujer joven y en mi vida he entrado mucho en contacto con mujeres que han sido víctimas de la trata de mujeres. Antes me sentía bastante impotente ante estas mujeres. Simplemente por no saber cómo las podría ayudar y además porque era una chica joven con poco entendimiento de ese mundo oscuro. Sin embargo, ellas sí tenían un oído atento, pero era evidente que al final esa no era la solución debida. Cuando escuché sobre ZPOS (Zonder Pardon Op Straat), no dudé ni un instante y decidí comenzar como voluntaria y así ver en que les podía servir. De esta manera podré también aportar a este trabajo bueno y hermoso. Estoy muy orgullosa de esta (nuestra) organización, que tan bien se esfuerza para hacer tal trabajo hermoso para nuestra sociedad. Este es en breve mi relato.